LA PRESIÓN DEL GRUPO.
Alguna vez de las que hacemos prevención en institutos y colegios hablamos de como la influencia del grupo puede llevar al individuo al consumo, y aunque en la mayoría de los casos los chicos y chicas aseguran que eso jamas les pasaría a ellos; esto es tan real y demostrable como el experimento Asch.
En los años 50, el psicólogo Solomon Asch realizó un experimento muy simple: en un cuarto juntó a varias personas, de las cuales algunas eran actores contratados y sólo una era común y corriente. El ejercicio consistía en mostrarles hojas con rayas de diferentes tamaños y preguntarles cuál era la más grande —obvio a simple vista—, pero los actores contestaban mal a propósito con la intención de confundir a la persona y analizar su comportamiento. ¿Qué sucedió? El sujeto en cuestión respondió lo mismo que los actores, sabiendo que era incorrecto, sólo para estar de acuerdo con el resto de las personas reunidas. El estudio demuestra que la gente se conforma con lo que opine un grupo con tal de jugar un rol dentro del él, cediendo a la presión social para evitar la crítica y por temor a la equivocación.
Fuente:https://explorable.com/es/el-experimento-de-asch